El guirlache es, en definitiva, reflejo de la tierra en la que vivimos, de sus productos y de las tradiciones. Durante siglos, los maestros pasteleros aragoneses han ofrecido a este dulce un trato muy especial, mejorando en muchos casos una receta que, de base, es muy simple. Se ha convertido en un producto típico, imprescindible en mostradores y escaparates. Y no se come únicamente solo, también se utiliza para construir tartas o como ingrediente en postres más elaborados.
Pero, ¿qué es el guirlache?. Se puede definir como un dulce de almendras y caramelo, presentado generalmente en barritas rectangulares que pocas veces repiten el mismo tamaño. Al igual que al turrón más típico, se le atribuye origen medieval, más concretamente árabe. Se cree que nació en el territorio que conformaba la Corona de Aragón, aunque con el tiempo se ha extendido por toda España.
Curiosamente, al nombre se le atribuye origen francés. Derivaría de la palabra “grillage”, que se traduce como algo tostado, tal como deben quedar las almendras al cocinarlo. Cuentan que fueron los propios franceses en Aragón los que popularizaron este nombre a partir del siglo XIX.
El ilustre cocinero y erudito gastronómico aragonés Teodoro Bardají, natural de Binéfar y considerado por muchos como “el padre de la gastronomía moderna”, dejó escrita una receta de “Guirlache de Zaragoza”. Él apostó por dorar primero las almendras, troceadas en pedazos grandes. Un vez tostadas las incorporaba a un cazo con el azúcar y el zumo de limón, dejándolo al fuego suave hasta que se hiciera caramelo. También señalaba la posibilidad de sustituir las almendras por avellanas, piñones o cacahuetes.
Turrón de guirlache Aragonés
Receta de icortonPlato: Aragón, Navidad, Postres4
raciones30
minutos40
minutos300
kcalIngredientes
100 gr de almendras marconas enteras crudas y sin piel
150 gr de azúcar
1 cucharilla de miel
Anisillos
Paso
- empezamos preparando el caramelo, Para ello añadimos el azúcar y la miel en una sartén antiadherente para que el azúcar se vaya fundiendo poco a poco a fuego medio. No queremos que se queme el caramelo. Este proceso llevará al menos 20 minutos.
- Mientras se derrite el azúcar con el resto de ingredientes, tostamos las almendras en el horno.
- Las depositamos en una bandeja con papel de horno y las horneamos a 160ºC durante 5 minutos o hasta que estén ligeramente tostadas, teniendo en cuenta que se tostarán más cuando las añadamos al caramelo.
- Cuando las almendras estén doradas, las reservamos en un bol.
- Una vez que el caramelo esté listo y tenga un bonito color dorado, sin ser demasiado oscuro, añadimos las almendras. Removemos constantemente durante 3 minutos para que el caramelo envuelva todas las almendras y la mezcla quede bien homogénea.
- Extendemos la mezcla sobre un papel de horno engrasado con un poco de aceite para que luego sea fácil de manejar.
- Disponemos toda la mezcla sobre el papel de horno intentando formar un cuadrado.
- Cuando se haya enfriado lo suficiente, cortamos el turrón en las porciones deseadas