No hay nada mejor que una buena merienda con un pan hecho en nuestras cocinas, sin criticar el pan de molde que compramos que como sabéis llevan otro tipo de productos, este pan de molde blanco sin masa madre, es la delicia de los más pequeños y como no, de los más grandes.
Como veis es super sencillo y bien guardado, nos puede aguantar varios días.
Ingredientes:
- 700 gr. harina de fuerza
- 470 ml agua
- 25 gr. levadura fresca
- 30 gr mantequilla
- 15 gr sal
- 5 gr. azúcar
Preparación
Primero vamos a mezclar los ingredientes sólidos, la harina, la sal y el azúcar.
Añadimos un poco de agua fría a la levadura para deshacerla.
Añadimos el agua restante a la harina, después la mantequilla derretida y al final añadimos la levadura.
Enharinamos la mesa donde vayamos a trabajar y ponemos la masa.
Nos toca amasar así que, hacemos un cuadrado y la estiramos hacia delante con la palma de la mano, ahora, doblamos hacia nosotros (pliegue simple)
Giramos la masa a la izquierda y volvemos a estirar hacia delante (otro pliegue simple)
Amasamos durante 10 minutos o hasta que veamos que la masa se queda suave sin pegarse.
Durante ese tiempo es posible que tengamos que añadir un poco más de harina, nos lo irá `pidiendo la masa.
En un molde cuadrado, lo forramos con papel de horno,
Introducimos la masa en el molde, asegurándonos que nos queda bien repartida por las cuatro esquinas del molde, nos tiene que cubrir la mitad del molde.
Tapamos con un paño y dejamos reposar hasta que doble su volumen, o bien si lo hacemos el día anterior, lo meteremos en la nevera toda la noche.
Precalentamos el horno a 220º, pintamos la masa con huevo batido mezclado con una pizca de sal.
Introducimos en el horno, entre 30 y 32 minutos, si vemos que coge mucho color podemos tapar a la mitad de la cocción con papel aluminio, el tiempo puede variar por cada horno.
Sacamos y dejamso enfriar.
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