Ingredientes:
Para la base:
- 90 gr de galletas María o la que más os guste
- 45 gr de mantequilla
- 8 gr de cacao puro en polvo
Para el relleno:
- 800 gr de cerezas
- 120 gr de azúcar
- 200 gr de agua
- 300 gr de queso crema
- 200 gr de leche condensada
- 20 gr de gelatina
Preparación:
Ponemos las hojas de gelatina en agua fría para que hidraten.
Empezamos como en toda tarta de queso fría con la base de galleta, la picaremos lo más fina posible, podemos usar una batidora de brazo para ello y le añadimos el cacao en polvo.
Derretiremos la mantequilla en el microhondas y mezclamos con la galleta.
Colocamos sobre nuestro molde de 18 cm, extendiéndola bien y aplastando para que quede compacta. Llevamos al congelador, mientras preparamos el resto.
Batimos el queso crema junto con la leche condensada hasta que estén integrados y muy cremosos. Reservamos.
Lavamos las cerezas y les retiramos las semillas.
Hay varias técnicas para hacerlo. En este vídeo podéis ver cómo hacerlo, usando la botella y la pajita.
Ponemos las cerezas, el agua y el azúcar en una olla a fuego medio, las vamos mezclando con frecuencia y las dejamos cocer hasta que estén tiernas.
Cuando las cerezas ya están cocidas, las trituramos usando la batidora y cuando ya estén trituradas y aun calientes añadimos la gelatina bien escurrida.
Con las cerezas medio fría añadimos la mezcla del queso con la leche condensada.
Vertemos la mezcla sobre la base de galleta.
Metemos en la nevera y lo aconsejable es dejarla unas cuatro horas antes de consumir, para que esté bien compacta.
Para decorarla podemos usar cerezas naturales, podemos guardar de antemano un poco del triturado de las cerezas o lo que más nos guste.
Para decorar o completarla, a mi me gusta usar este Coulis de Frambuesa o fresa.